JUSTICIA
¡ALTO A LOS CRÍMENES CONTRA LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN!
Por Pedro Estrada Vega
NOTA INTRODUCTORIA NECESARIA. - Ya elaborado este artículo para su difusión, nos enteramos de que, desafortunadamente, siguen las criminales agresiones contra periodistas guerrerenses. El martes 28 de noviembre, fueron baleados cuatro colegas en Chilpancingo, dos de ellos de gravedad, cuando regresaban de cubrir un crimen en un transporte público en esa ciudad.
En Taxco, afortunadamente liberaron a los compañeros y familiares secuestrados. Sin embargo, esto no cambia el delito como secuestro agravado y los criminales tal vez permanezcan en la sombra de la impunidad.
Por ello, creemos que el contenido de esta columna seguirá vigente mientras no se conjure por completo el peligro y la agresión criminal que acecha a la libertad de expresión en Guerrero y en todo el país.
Me hubiera gustado iniciar mi colaboración en este importante medio con algún tema no tan difícil y doloroso como el que motiva estas líneas: el todavía incierto secuestro de tres periodistas y dos de sus familiares apenas los pasados días, aquí mismo en Taxco; que con ello se convierte en un foco de atención nacional e internacional por la gravedad de este hecho, desgraciadamente.
En efecto, mientras el martes 22 de noviembre se reportaba el secuestro de Marco Antonio Toledo Jaimes y su familia; dos periodistas más fueron privados de su libertad en la tarde de ese mismo día: Silvia Nayssa Arce Avilés y Alberto Sánchez Juárez. En total, siete personas víctimas de un comando compuesto por civiles armados. Los delincuentes ingresaron al domicilio de Marco Antonio, revisaron la casa y destruyeron el módem. Además, robaron los celulares de él y de su esposa y dos computadoras. Tras ello, también la secuestraron al igual que a uno de sus hijos de nombre Alberto.
De manera semejante, pero en la calle, un grupo armado de sujetos desconocidos, interceptó al matrimonio de comunicadores y lo privó de su libertad cerca de Plaza Taxco, en el centro de la ciudad platera, cerca de sus oficinas. La pareja, compuesta por Alberto y Silvia Nayssa, ha dejado solos a sus hijos de 3, 5 y 13 años de edad.
En el caso de Marco Antonio Toledo Jaimes, se desempeña como director del Semanario El espectador de Taxco, y también como corresponsal de los noticieros N3 Guerrero, La Crónica y Vespertino de Chilpancingo. Este medio señaló que el reportero había recibido amenazas, ya que un cártel de la droga buscaba que Toledo no publicara un reportaje. También recientemente, Toledo Jaimes había publicado un reportaje en el que criticó la aprobación de “13 millones de pesos para una obra”.(Artículo 19).
Por su parte Silvia Nayssa Arce Avilés y Alberto Sánchez Juárez son colaboradores del portal RedSiete; para este medio realizan notas sobre los municipios de Taxco y del estado de Guerrero. Recientemente se habían dedicado a cubrir la reconstrucción de las comunidades, tras el aterrador paso del huracán Otis.
Lamentablemente, con este hecho criminal en contra de la libertad de expresión se confirma el que nuestro estado sea considerado uno de los más letales contra la prensa de toda la república mexicana; ya que aquí se tiene contabilizado el asesinato de diecisiete reporteros, entre otros Juan Carlos Hernández (27 de febrero de 2009) y Francisco Pacheco Beltrán (25 de abril de 2016), periodistas taxqueños ambos; siendo el más reciente el caso de Nelsum Matus Peña, comunicador acapulqueño ultimado a balazos el 15 de julio del presente año.
